En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, queremos destacar a las mujeres indígenas que, con su trabajo incansable, han logrado marcar una diferencia en sus comunidades. Esta semana entrevistamos a María Lazaro, lideresa de la Asociación de Mujeres Yanesha, en Satipo.
Ella ha impulsado un proyecto de cultivo de cacao que no solo beneficia a su comunidad, sino que también promueve prácticas sostenibles y respetuosas con el ambiente. María nos comparte su experiencia y los desafíos que ha enfrentado en este importante emprendimiento.
¿Cómo comenzó este proyecto de cultivo de cacao?
Empezamos a trabajar con el cacao cuando nos dimos cuenta de su potencial económico. Inicialmente, el cacao era muy valioso y buscábamos una forma de obtener una economía más estable y sostenible. Nos enfocamos en producir cacao de calidad y diversificar nuestros productos derivados.
¿Cómo aseguran que el cultivo de cacao sea sostenible y respetuoso con el ambiente?
Reforestamos nuestras tierras para mantener el equilibrio ecológico y utilizamos prácticas agrícolas respetuosas con el ambiente.
¿Qué retos enfrentan al trabajar con las comunidades?
Nos enfrentamos a diversos desafíos, especialmente relacionados con la adaptación de las comunidades al cultivo de cacao. En particular, la infraestructura y los recursos limitados representan grandes retos.
¿Qué papel han tenido NORAD, CONAP y PRONATURALEZA en su emprendimiento?
Para nosotras, como mujeres, el apoyo de NORAD, CONAP y PRONATURALEZA ha sido crucial. Nos han proporcionado equipamiento y capacitación, lo que nos ha permitido avanzar en nuestro emprendimiento y fortalecer nuestras capacidades.
¿Qué desafíos ha enfrentado, como mujer, en su labor?
Como mujer, he enfrentado muchos desafíos, desde la falta de recursos hasta la necesidad de romper barreras culturales. Sin embargo, con el apoyo y la capacitación adecuada, hemos logrado avanzar y demostrar que las mujeres pueden liderar proyectos productivos y sostenibles.
En este Día Internacional de la Mujer, damos honor a las mujeres indígenas como María Lazaro, que con su liderazgo y determinación están transformando sus comunidades. Su trabajo con la Asociación de Mujeres Yanesha no solo ha fortalecido la economía local, sino que también ha sentado un precedente de sostenibilidad y respeto por nuestra biodiversidad. Con el apoyo de organizaciones como CONAP y PRONATURALEZA mediante la donación de NORAD, María y su equipo continúan demostrando que las mujeres pueden ser agentes de cambio en la lucha por un futuro más verde y justo.