Rubro 3
06 . 26 . 2023

Marc Dourojeanni: Profesor emérito de la Universidad Nacional Agraria

En mi juventud, cuando pasaba meses acampando en las playas por entonces despreciadas por la mayoría de los peruanos, vi muchos chingungos. Se les veía con relativa frecuencia nadando y haciendo piruetas cerca de las orillas rocosas o descansando en las rocas y no se espantaban demasiado con la presencia humana. Competían con los pescadores en la extracción de conchas, almejas, cangrejos, langostas y otros mariscos. Su visión siempre era festejada por nosotros pues se trata de un animal particularmente gracioso y simpático. Pero, ya desde entonces eran muchos los pescadores que no gustaban de esos ágiles competidores y, peor, no faltaban los visitantes de la playa que usaban esos lindos animales como blanco de sus ejercicios de tiro. Con el tiempo se han vuelto animales raros.

El gato marino (Lontra felina) es, en realidad, una nutria.  En el Perú se le conoce también como chingungo, chungungo, chinguno y huallaque (Arequipa) y, en Chile se le llama chinchimén. Ocurre en Argentina, Chile y Perú. El Perú es su límite Norte pues es propio de la corriente de Humboldt. Se le ha encontrado en Chimbote y eventualmente hasta en Huanchaco (Trujillo). Pero no habita aguas más calientes.

Es raro y amenazado en toda su área de distribución y, por eso figura en la Lista de Fauna Amenazada del Perú y en la de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que lo incluyen como especie en peligro de extinción.

Su tamaño es de 70 a 80 cm sin incluir la cola, de unos 30 cm. Pesa alrededor de 5 Kg. Su pelaje es largo, unos 2 cm y tiene una borra (pelaje grueso de la base) de poco más de un centímetro. Las patas son cortas y palmeadas con uñas fuertes, y su palma es la única parte del cuerpo no cubierta por un pelaje espeso. Es el mamífero marino más pequeño del mundo.

Prefieren las costas rocosas y es rarísimo verlos en playas, siendo en el agua un gran buceador que logra nadar tranquilamente en el oleaje más tempestuoso. Aunque nunca se alejan mucho de la orilla, pueden subir por los ríos, habiéndoselos registrado en los ríos Majes y Ocoña de Arequipa. Parece que habitualmente tienen un comportamiento monógamo. Los cachorros nacen entre enero y marzo y son cuidados por ambos padres durante unos 10 meses. En el agua, estos son transportados sobre el vientre de sus mayores, como los alimentos.

Se alimentan de pequeños animales, cangrejos y peces, que capturan sumergiéndose hasta el fondo a poca distancia de la costa. Comen las presas pequeñas sobre su pecho mientras flotan de espaldas, la misma postura con que transportan hasta la orilla a las presas mayores, inclusive aves. Consigue capturar presas de tamaño medio, en especial peces. Como otros predadores de tope de cadena, el chingungo es beneficioso para la pesca pues se alimenta de peces, en general, más viejos, menos fuertes o enfermos. Es un “limpiador” del mar… Pero los pescadores no lo saben.

El gato marino es actualmente raro en todo el Perú. Las causas de su situación son la caza por pescadores que lo acusan de perjudicar la pesca o por caer en redes o trampas, por el uso de dinamita para pescar y es afectado por otros artefactos o prácticas de pesca. Pero, cada vez más, confronta la competición por comida con la extracción pesquera costera y por espacio, debido a la ocupación humana de la costa. También es muy afectado por la contaminación minera, por ejemplo, en Marcona, Ilo e Ite y, cada vez más, sufre por las oscilaciones climáticas. Recientemente se demostró que fue afectado por el derrame petrolero de Ventanilla[1].

En el Perú hay unas treinta referencias sobre esta especie, pero, casi todas tratan de su localización. Apaza y Romero (2012)[2] revelan el registro de 272 nutrias en 130 localidades entre los años 2000 al 2010, lo que es muy poco. La principal y más completa referencia para el Perú es Valqui & Rheingantz (2015)[3], repetida por la UICN. José Valqui y Yuri Hooker, biólogos peruanos bien conocidos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia han prestado reiterada atención a este animal. Igualmente, lo ha hecho la bióloga Joanna Alfaro-Shigueto de la ONG ProDelphinus. Varias de las organizaciones no gubernamentales que se ocupan del mar han tocado colateralmente el asunto, entre ellas OCEANA Perú, Áreas Costeras y Recursos Marinos (ACOREMA), EcOceánica, H2Oceanos, Planeta Océano y la ya citada Prodelphinus. En Chile hay una organización que se ha especializado en esta especie: OBC Chinchimen[4] que ofrece bastante información.

El chingungo se encuentra protegido en la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras y en las reservas Paracas y San Fernando. Pero, hasta donde se sabe, no abunda en ninguna de ellas. Es decir que mucho más debe ser hecho para evitar que este animalito desaparezca.  El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), atendiendo esa preocupación, ha evaluado en 2021 un primer “Diagnóstico para la propuesta del Plan Nacional de Conservación de las Nutrias del Perú: Nutria Marina”.

[1] Hooker, Y. y Pizarro, J. (2022). Evaluación rápida del estado de las poblaciones de nutria marina Lontra felina en el sector de mayor afectación por el derrame de petróleo de La Pampilla. Lima: SPDA.
[2] Apaza, M y Romero, L. (2012). Distribución y observaciones sobre la población de la nutria marina Lontra felina (Molina 1782) en el Perú. Revista Peruana de Biología versión On-line ISSN 1727-9933. Rev. peru biol. vol.19 no.3 Lima.
[3] Valqui, J. & Rheingantz, M. L. (2015). «Lontra felina». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2015.2 (en inglés). ISSN 2307-8235
[4] http://chinchimen.org/portfolio-items/lontra-felina/